Rayados sufre desplome en la tabla y encendió alarmas antes del clásico regio en Guadalupe
Rayados está en picada. A días del clásico regiomontano, el equipo de Monterrey no solo baja posiciones en la tabla, sino también la paciencia de su afición se agota conforme avanza la temporada regular. Lucas Ocampos, jugador del club, fue claro al señalar que el equipo prefiere enfocarse en campeonatos y no en partidos “de relleno” de la temporada, pero la realidad es otra y el plantel se ve incapaz de dominar a rivales importantes.
El problema no radica solo en los resultados, sino en la actitud y falta de contundencia ante equipos medianos, pues empataron en esos encuentros y solo ganan a los más débiles, lo que hace evidente la inconsistencia total del club en estos primeros compases del torneo. Su entrenador, quien buscaba moldear un estilo “Guardiola”, está bajo una lupa que no falla: al final solo hay dos destinos, ganar un título o la salida.
Sin rumbo claro y sin un entrenador líder desde Mohamed
El nivel de Rayados preocupa. Desde la salida de Antonio Mohamed, el club tiene problemas para encontrar un técnico que sea capaz de imponerse dentro del vestidor y convertir a sus figuras en un equipo ganador. El estilo planeado por el actual entrenador no ha dado frutos y la afición está cansada de las justificaciones y respuestas vacías tras las derrotas, especialmente fuera de casa en la Ciudad de México, donde ya perdieron el clásico pasado.
Además, la sensación es que Rayados se parece más a una agencia de publicidad que a un equipo de fútbol, con estrellas que no logran brillar y un plantel que no impacta en momentos clave. De hecho, jugadores importantes como Ocampos están en tela de juicio, y la figura de delanteros como Canales no pesa como se esperaba.
Contraste con Tigres pese a su bajón
Mientras Rayados se hunde, Tigres, aunque también atraviesa un momento complicado, mantiene una estructura más sólida y equilibrada en su plantilla. Bajo la sombra del “Chima” Ruiz, el equipo universitario logra sostener resultados y campeonatos “de rebote”, reflejando una mayor estabilidad que Monterrey, independientemente de acusaciones o polémicas externas.
Para el clásico regio de este sábado en Guadalupe, la expectativa está teñida de urgencia. Los rayados sufren con el tráfico y el nerviosismo previo, mientras que la localía le da una ligera ventaja a Tigres que podría concretar otra victoria frente a un rival desorientado y sin hambre palpable.
¿Qué viene para Rayados?
La presión es máxima y las dudas en el equipo también. El tiempo para corregir errores es corto y la directiva tendrá que decidir si mantendrá al actual cuerpo técnico o buscará un cambio para rescatar la temporada y, sobre todo, la credibilidad de una afición que ya casi no tiene esperanza. Mientras tanto, la única certeza que queda es la incómoda realidad: si no hay campeonatos, en Rayados todo puede cambiar rápidamente.
El clásico regiomontano, más que una rivalidad, es el espejo que refleja los problemas del club más poderoso del norte. La tensión es palpable, el compromiso es ineludible, y la decepción acecha después de tantas oportunidades desperdiciadas.
Lucas Ocampos: “Que miren la tabla, Rayados cada vez está peor y el torneo regular ya no importa si no hay títulos”
La afición y el entorno están atentos a cómo enfrentará Rayados el reto de este sábado, una prueba definitiva para un club que debe demostrar con hechos su valía o asumir el peso de la crisis.

































































