Rodrigo Paz arrasa en las elecciones presidenciales de Bolivia y asume tras dos décadas de gobiernos socialistas
Rodrigo Paz, senador y exalcalde de Tarija, se coronó como el nuevo presidente de Bolivia tras ganar la segunda vuelta electoral con un contundente 54.6% de los votos, según informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el 97.8% de actas escrutadas. Paz sucederá en el poder a Luis Arce y marca así un giro histórico para Bolivia, que pone fin a 20 años de gobiernos socialistas.
La victoria de Paz, de 58 años y de centroderecha, fue celebrada con gran júbilo en las calles de La Paz, donde la gente salió a las calles al ritmo de música y fuegos artificiales tras conocer la noticia este domingo 19 de octubre. Su triunfo fue una clara elección de los bolivianos cansados de la crisis económica y la inflación anual que supera el 20%, así como de la escasez de combustibles que ha marcado la vida cotidiana durante meses.
“Capitalismo para todos” y promesas de cambio inmediato frente a crisis económica
Rodrigo Paz, hijo de un expresidente boliviano, prometió un modelo económico basado en un “capitalismo para todos”, que implementará reformas urgentes con descentralización, impuestos más bajos y disciplina fiscal, pero manteniendo el gasto social. Esta propuesta busca revertir el giro hacia la izquierda impuesto por Evo Morales, quien nacionalizó recursos energéticos y afianzó lazos políticos con China, Rusia, Cuba y Venezuela.
Su compañero de fórmula y futuro vicepresidente, Edmand Lara, hizo un llamado a la “unidad y la reconciliación” tras una campaña electoral marcada por la polarización. Lara destacó la urgencia de resolver problemas críticos como el suministro de gasolina y diésel, estabilizar los precios de la canasta básica y combatir la corrupción que afecta al país.
“Debemos garantizar el suministro de diésel y gasolina. La gente está sufriendo. Necesitamos estabilizar los precios y acabar con la corrupción”, afirmó Edmand Lara.
Desafíos políticos: sin mayoría en el Congreso y oposición conservadora
Aunque Rodrigo Paz asume el cargo con una amplia victoria en las urnas, no contará con mayoría parlamentaria, lo que complicará la aprobación de leyes y exigirá pactos y acuerdos políticos. Además, enfrentará la fuerte oposición del partido de Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), que aunque fue despreciado en estas elecciones, mantiene apoyo significativo, especialmente entre las comunidades indígenas.
Por su parte, el expresidente interino derechista Jorge “Tuto” Quiroga, su rival en la segunda vuelta, anunció que su equipo revisará los resultados oficiales, pero felicitó a Rodrigo Paz por su triunfo.
Contexto y futuro inmediato
La victoria de Rodrigo Paz se da en un contexto de profunda crisis económica en Bolivia, con problemas constantes de abastecimiento de combustibles y alta inflación. Durante el gobierno de Evo Morales, muchas decisiones de corte izquierdista transformaron la política y economía del país, generando también tensiones geopolíticas significativas a nivel regional.
Para México, el cambio en Bolivia representa un nuevo capítulo en la política latinoamericana, donde el rumbo hacia gobiernos de centroderecha o izquierda afecta las relaciones comerciales, energéticas y diplomáticas en la región. La expectativa ahora está puesta en las primeras medidas de Paz y en cómo enfrentará la herencia económica y social que deja más de dos décadas de gobiernos socialistas.
Los próximos meses serán decisivos para la estabilidad de Bolivia y su impacto regional, mientras la nueva administración promete hacer frente a los retos con una agenda renovada y un discurso de inclusión económica y política.