El Senado de la República aprobó esta noche una reforma integral a la Ley Aduanera impulsada por el Gobierno federal, y aplazó su entrada en vigor hasta el 1 de enero de 2026, decisión que ha generado controversia y críticas en el entorno político.
La reforma busca modernizar el control fiscal sobre el comercio exterior y está diseñada para equilibrar la fiscalización con la facilitación comercial, explicaron autoridades legislativas.
Reforma aduanera busca implementación ordenada y combate a irregularidades
Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado y legislador de Morena, argumentó que el retraso de la aplicación obedece a la necesidad de crear un reglamento sólido que evite “muchos problemas” operativos derivados de la entrada inmediata de la ley.
La nueva legislación introduce la creación del Consejo Aduanero, encargado de decidir sobre las patentes y autorizaciones para agentes aduanales, eliminando la discrecionalidad individual y estableciendo un órgano colegiado que incluye a la Secretaría de Hacienda, SAT, ANAM y la Secretaría de la Función Pública.
Además, otorga facultades conjuntas al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) para funciones de postdespacho y firma convenios con la Agencia de Transformación Digital para supervisar en tiempo real las operaciones aduaneras.
Agentes aduanales con vigencia limitada y fortalecimiento tecnológico
La reforma elimina la patente vitalicia para agentes aduanales; ahora tendrán vigencia de 20 años renovables siempre y cuando cumplan requisitos legales y se mantengan actualizados, una medida que busca profesionalizar el servicio y reducir irregularidades.
También incorpora expedientes electrónicos obligatorios con facturas, cartas porte y comprobantes fiscales digitales para frenar la subvaluación, evasión fiscal y falsificación de documentos.
Normas más estrictas y sanciones proporcionales
El catálogo de infracciones se amplía y se ajustan las multas en función de la gravedad de las faltas, con sanciones más severas para operadores que incurran en irregularidades o fraudes aduanales.
Las mercancías importadas bajo régimen temporal deberán ser transformadas y regresadas al extranjero o pagar las contribuciones correspondientes, fortaleciendo el control de estos movimientos.
Impacto económico y debate político tras aprobación
Durante los primeros nueve meses del año, la recaudación aduanera alcanzó más de 1.07 billones de pesos, un aumento real del 18.3 % respecto al mismo periodo anterior, subrayó Yunes Márquez, resaltando que el comercio exterior representa cerca del 75 % del Producto Interno Bruto y el 26 % de los ingresos tributarios del país.
Por su parte, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, afirmó que la reforma no es solo técnica sino estructural y busca transformar las aduanas en espacios de legalidad mediante vigilancia digital y trazabilidad en tiempo real.
Incentivos y mecanismos para contribuyentes cumplidos
La iniciativa incluye incentivos para contribuyentes que cumplan con la legislación, permitiéndoles corregir errores sin penalización, acceder a beneficios del T-MEC incluso después de importar, y ampliar plazos para pedimentos consolidados.
En contraste, los operadores que incumplan podrán perder registros de confianza sin posibilidad de reincidencia y enfrentar sanciones más estrictas, reforzando la transparencia y vigilancia en la cadena logística.
Oposición acusa sobrerregulación y falta de combate a corrupción
Senadores de oposición criticaron la reforma por considerarla una sobrerregulación que limita las exportaciones, frena la inversión y afecta sectores clave como farmacéutica, química y energética.
También denunciaron que se perdió la oportunidad para enfrentar con rigor la corrupción estructural en el servicio aduanero, como el conocido fenómeno del “huachicol fiscal”.
Defensa oficial y mirada hacia la digitalización
Waldo Fernández, del Partido Verde Ecologista de México, defendió la reforma como un fortalecimiento clave para la infraestructura digital y la transparencia en el comercio exterior, destacando que la recaudación aduanera acumulada creció un 23 % gracias a avances tecnológicos.
Según Fernández, esta reforma coloca a México entre los países que modernizan sus sistemas de fiscalización utilizando tecnología, coordinación institucional y control digitalizado.
Ahora la atención está en la elaboración del reglamento y la implementación gradual, que comenzará dentro de casi dos años, para asegurar que México cuente con un sistema aduanero robusto, transparente y eficiente para los retos del comercio global.