ACTUALIZACIÓN: Shakira ha regresado a Puebla y ha dejado a miles de fanáticos enloquecidos en su primera presentación en el Estadio Cuauhtémoc tras 14 años de ausencia. La artista colombiana, conocida por su potente voz y electrizantes coreografías, logró que el mal tiempo no apagara la euforia de sus seguidores, quienes la recibieron con los brazos abiertos.
El evento, llevado a cabo esta noche, se ha convertido en un verdadero festival de música, donde las canciones más emblemáticas de Shakira resonaron entre las multitudes. Desde el inicio del espectáculo, los asistentes no dejaron de cantar y bailar, creando una atmósfera mágica que desbordó pasión y energía.
Las últimas cifras indican que más de 10,000 fanáticos se reunieron en el estadio, desafiando las amenazas de lluvia que acechaban la ciudad. A pesar de las condiciones climáticas, el fervor por la artista fue inquebrantable, evidenciando su impacto en la cultura musical mexicana.
Durante el concierto, Shakira interpretó éxitos como “Hips Don’t Lie” y “Waka Waka”, dejando claro por qué es una de las artistas más queridas de la música latina. Los asistentes no solo disfrutaron de su música, sino que también compartieron momentos emotivos, recordando la conexión que tienen con la cantante a través de los años.
“Es un sueño hecho realidad verla aquí después de tanto tiempo”, comentó un fanático emocionado. “Su música ha sido parte de nuestras vidas y hoy lo celebramos a lo grande”, añadió.
El concierto en Puebla marca el inicio de una serie de presentaciones que Shakira tiene programadas en México, y se espera que cada show siga generando la misma energía y entusiasmo. La artista, que ha enfrentado desafíos personales recientemente, parece estar en su mejor momento y lista para conquistar a su público una vez más.
Con la promesa de más fechas en el país, los seguidores de Shakira están ansiosos por saber cuándo podrán disfrutar de sus próximos shows. Sin duda, esta primera noche en el Estadio Cuauhtémoc ha sido un recordatorio del poder de la música para unir a las personas, incluso en medio de la adversidad.