ACTUALIZACIÓN: Claudia Sheinbaum Pardo ha presentado su primer informe de gobierno, generando un fuerte debate en el ámbito político y empresarial de México. Durante su alocución, la mandataria destacó la importancia de la colaboración entre el gobierno y los empresarios para impulsar el crecimiento económico del país.
En un discurso que duró poco más de una hora, Sheinbaum enfatizó que el 85% del empleo en México proviene de pequeñas y medianas empresas, a las que instó a los banqueros a ofrecer mejores condiciones de crédito. La presidenta subrayó que la inversión extranjera ha crecido más del 15% en los últimos meses, lo que contrasta con la falta de compromiso de algunos empresarios locales, acusados de priorizar sus intereses en lugar del bienestar nacional.
Sheinbaum también hizo eco de la necesidad de erradicar la corrupción, afirmando que “cuando no hay corrupción, el dinero alcanza para más y para los más”. Sin embargo, advirtió sobre la resistencia de ciertas instituciones, como la FGR y la Auditoría Superior de la Federación, en combatir este flagelo. La mandataria, que cuenta con una aceptación de entre 70% y 80%, enfatizó que su administración debe seguir adelante con ajustes necesarios.
Entre los aciertos mencionados, destacó el trabajo de sus colaboradores en materia de seguridad, incluyendo a los secretarios de Defensa y Gobernación, así como a Omar García Harfuch, reconocidos por sus esfuerzos en la lucha contra la delincuencia. Sin embargo, la presidenta también lanzó una fuerte crítica a los empresarios que no asumen riesgos en sus inversiones, citando casos como el de Ricardo Salinas Pliego, quien adeuda 74 mil millones de pesos al SAT.
La controversia se centra en cómo el informe fue recibido: muchos opinan que fue un evento diseñado para aplaudir sin cuestionar, lo que contrasta con tiempos pasados donde figuras como Porfirio Muñoz Ledo y Ifigenia Martínez desafiaban al poder. Sheinbaum, al finalizar su discurso, mencionó a su equipo de trabajo, evidenciando su enfoque en la colaboración y el diálogo en una República que debe aspirar a ser más inclusiva y participativa.
Con este panorama, la expectativa es alta sobre cómo la presidenta manejará las críticas y los desafíos que enfrenta su administración en el futuro cercano. La atención ahora se centra en las reacciones de los sectores empresariales y políticos, así como en el impacto que estas declaraciones tendrán en la opinión pública.