Nuevos reportes confirman que la situación económica de México se vuelve crítica: la presidenta Claudia Sheinbaum anunció en su conferencia matutina que la evasión fiscal es “inaceptable” y se compromete a erradicar las factureras. Este anuncio se produce en un contexto alarmante, ya que las remesas enviadas por migrantes mexicanos desde Estados Unidos han caído un 5% en lo que va del año, lo que representa una pérdida de 3,237 millones de dólares para las familias más vulnerables.
La combinación de menos remesas y un aumento en la evasión fiscal pone de manifiesto la fragilidad de las finanzas públicas del país. En 2024, México recibió un total de 64,745 millones de dólares en remesas, la cifra más alta registrada, pero la situación actual refleja cómo decisiones externas pueden afectar gravemente a millones de mexicanos que dependen de ese ingreso para cubrir sus necesidades básicas.
Además, las estadísticas del SAT revelan que en 2019 se detectaron 354,512 millones de pesos en evasión fiscal, mientras que se estima que anualmente se lavan 500,000 millones de pesos mediante facturas falsas. Si se considera este panorama, la pérdida fiscal acumulada entre 2019 y 2024 podría alcanzar entre 2.9 y 3.0 billones de pesos, evidenciando un fraude masivo que erosiona la capacidad del Estado para sostener sus programas sociales.
Sheinbaum ha dejado claro que combatir la evasión fiscal es una prioridad de su administración, enfatizando la necesidad de recuperar esos miles de millones que actualmente se escapan por corrupción y complicidad. La presidenta busca blindar la soberanía financiera de México, un país que no puede permitirse ser vulnerable ante las decisiones que se toman al otro lado de la frontera.
Sin embargo, el desafío es considerable; Andrés Manuel López Obrador también prometió erradicar las factureras y no logró cumplirlo. La historia muestra que el discurso contra la corrupción ha sido insuficiente, y la evasión fiscal sigue costando al país cientos de miles de millones de pesos cada año. Ahora, el verdadero reto para Claudia Sheinbaum será convertir sus promesas en acciones concretas y efectivas.
Si logra cerrar el boquete de 500,000 millones de pesos anuales que drenan las finanzas públicas, su gestión podría marcar un antes y un después en la historia de la economía mexicana. De lo contrario, sus compromisos podrían convertirse en una más de las promesas incumplidas que han caracterizado a sus antecesores.
El clamor popular es claro: las familias mexicanas necesitan respuestas y soluciones urgentes para asegurar su bienestar en un contexto de creciente incertidumbre económica.