ACTUALIZACIÓN URGENTE: La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó su apoyo al expresidente peruano Pedro Castillo en medio de una creciente tensión diplomática, ya que el Congreso de Perú votará en breve para declararla persona non grata.
Durante su comparecencia matutina, Sheinbaum afirmó que su Gobierno sostendrá su postura sobre Castillo, a quien considera víctima de un golpe de Estado. “No es una agresión. Recibí aquí al abogado del presidente Pedro Castillo que desde nuestro punto de vista vivió un golpe de Estado y me solidaricé con él. Eso fue lo que hice”, declaró.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano aprobó el lunes una moción para llevar a votación la declaración de non grata, con un resultado de doce votos a favor y seis en contra. La propuesta fue impulsada por congresistas fujimoristas, entre ellos Ernesto Bustamante y Patricia Juárez, quienes argumentan que Sheinbaum ha mostrado una “conducta hostil” hacia Perú desde que asumió el cargo en octubre de 2024.
Si la votación se aprueba, Sheinbaum se unirá a líderes como el expresidente boliviano Evo Morales y el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la lista de personas non gratas en Perú.
El contexto es tenso: Pedro Castillo se encuentra en prisión preventiva, enfrentando un juicio por rebelión tras su intento de autogolpe el 7 de diciembre de 2022. La Fiscalía peruana solicita una pena de 34 años de cárcel para Castillo, quien busca apelar su situación.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre México y Perú. Sheinbaum enfatiza que su postura no cambiará independientemente de la decisión del Congreso peruano. “Nosotros mantenemos el mismo criterio. Entonces, no importa. Vamos a mantener nuestra posición”, reiteró.
Esto ocurre en un contexto donde las tensiones políticas y diplomáticas en América Latina están en aumento, lo que podría tener repercusiones significativas en la política regional. ¿Qué acciones tomará México si se formaliza la declaración? Las próximas horas serán cruciales para ambos países.
Los ciudadanos en México y Perú seguirán de cerca el desenlace de esta situación, que no solo afecta a los líderes, sino también a las relaciones entre las naciones latinoamericanas.