Soledad Silveyra, icónica actriz y conductora de 73 años, hace un llamado urgente para la legalización de la eutanasia en Argentina, asegurando que no es por ella sino para evitar que sus hijos sufran una carga familiar futura.
En una entrevista reciente, Silveyra confesó que ya está investigando cómo acceder a este derecho, contemplado actualmente en países como Uruguay. “No soportaría que mis hijos tengan que atravesar lo que está viviendo la familia de una amiga que sufrió la fractura de cadera y depende de seis personas para vivir”, explicó con voz quebrada.
Trabaja por necesidad y para proteger su futuro
Aunque podría sobrevivir económicamente por unos meses sin trabajar, Silveyra decidió seguir en el escenario porque “no sabe vivir de otra forma” y quiere ahorrar para evitar vender su casa y dejar un legado a sus hijos. Actualmente protagoniza la obra ¿Quién es quién? junto a Luis Brandoni, en el teatro Liceo, con temporada hasta el 30 de noviembre, y anuncia temporada de verano en el teatro Atlas de Mar del Plata.
La actriz enfatiza que el costo de cuidar a una persona mayor con buena atención es una “fortuna”: un geriátrico de calidad puede costar hasta once millones de pesos argentinos. Por eso considera urgente que exista una opción legal para quienes, como ella, desean evitar ser una carga.
Su postura firme ante un tema delicado
“Soy pro eutanasia, por mis hijos, no por mí,” dijo Silveyra, y pidió que el tema se debata en Argentina. “Es un derecho absolutamente necesario”, añadió, criticando que la sociedad avance lentamente en esta discusión vital.
“No quiero que mis hijos vivan lo que sufre la hija de mi amiga, no lo soportaría.” – Soledad Silveyra
La salud mental también está en su agenda
Silveyra alerta sobre la necesidad de una ley que permita internar personas con problemas de salud mental, señalando la desesperación de madres responsables de sus hijos con discapacidades. “Es fundamental que el Estado intervenga con sensibilidad y recursos,” agregó con urgencia.
Entre amor, trabajo y reflexión
Además de sus opiniones fuertes sobre eutanasia, Soledad compartió detalles de su feliz noviazgo a los 70 años, su apego al trabajo y cómo disfruta el escenario tras más de 60 años en la actuación. “Volver a sentir amor a esta edad es hermoso,” confesó entre risas. También recordó la importancia del perdón y la conexión con su familia, especialmente con sus nietos.
Sobre política, Silveyra cuestionó al líder Javier Milei, pidiendo que mantenga respeto y diálogo tras su reciente triunfo electoral. También mostró preocupación por la inflación y la incertidumbre económica, temas que repercuten a nivel global, incluyendo a México.
Un llamado para honrar la vida y decidir sobre el final
Soledad Silveyra invita a una profunda reflexión social y política sobre la autonomía en la vejez y la importancia del derecho a decidir. Consciente de que la vida artística y pública llegará a su fin, quiere despedirse “con una sonrisa”, acompañada de su canción preferida Brindis, a modo de celebración y despedida digna.
Su testimonio hoy impulsa un debate necesario y urgente en Latinoamérica, un llamado que los lectores mexicanos y del mundo deben escuchar y considerar en un momento donde la dignidad y los derechos humanos cobran mayor relevancia.































































