José Antonio, taxista en la Ciudad de México, vivió una situación de alto riesgo que pudo terminar en asalto, pero logró librarse gracias a un inesperado apoyo policial esta noche en Guerrero.
El incidente ocurrió alrededor de las 10 de la noche cuando José Antonio llevó a un pasajero a la calle Luna y Zaragoza. Desde el inicio notó actitud sospechosa y un silencio inquietante que aumentó su temor al ver la zona llena de personas con aspecto amenazante.
El pasajero, callado y vigilante, le ordenó que se bajara del taxi para luego hacerle saber, de forma directa y amenazante, que sería asaltado cerca de un grupo de aproximadamente diez jóvenes y hombres visibles en el lugar. La tensión se incrementó y parecía inminente el robo.
Sin embargo, justo antes de que el taxista descendiera, apareció un convoy policial que empezó a revisar a los jóvenes. Esto desató la oportunidad inmediata para José Antonio, quien recibió la indicación de continuar dos calles más adelante y así evitar el asalto.
“Me sentí un hombre muy suertudo”, declaró José Antonio, quien describió cómo su instinto y la llegada oportuna de la policía evitaron un delito que lo hubiera dejado sin pertenencias y en una situación peligrosa.
Una experiencia que alerta sobre la inseguridad en Guerrero
Este testimonio pone en evidencia la extrema vigilancia y control que deben mantener conductores y pasajeros en ciertos puntos conflictivos de la Ciudad de México, en especial en zonas como Guerrero donde los robos y agresiones ocurren con frecuencia.
El caso también resalta la labor oportuna de la policía capitalina, que con el despliegue de unidades pudo frustrar el robo y brindar un respiro inmediato, aunque la tensión y miedo persisten entre quienes transitan por estos barrios.
El riesgo constante y la esperanza de suerte
José Antonio asegura que esta no es la primera situación difícil que vive. “Me han pasado muchas cosas”, afirmó, pero también reconoce la importancia de confiar en su intuición y en la ayuda exterior para salir a salvo. “Espero seguir con esta suerte”, concluyó.
Esta historia urgente y conmovedora muestra el lado humano de la inseguridad urbana y llama a estar alertas tanto a conductores como peatones en CDMX.
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