El Departamento de Estado de Estados Unidos ha revocado aproximadamente 6,000 visas de estudiantes extranjeros en los últimos siete meses, desde el inicio del gobierno de Donald Trump. Esta medida ha sido confirmada por la agencia a Univisión Noticias, que señala que las visas fueron canceladas debido a “violaciones de la ley” y por exceder el tiempo permitido de estancia en el país.
Según el Departamento de Estado, la mayor parte de las revocaciones se relaciona con delitos graves, incluyendo asalto, conducción bajo la influencia de alcohol o drogas (DUI), robo, y en algunos casos, “apoyo al terrorismo”. Esto ha suscitado una creciente preocupación entre los activistas estudiantiles, quienes consideran que estas acciones pueden ser un ataque a la libertad de expresión.
Detalles de las revocaciones
De las 6,000 visas revocadas, aproximadamente 4,000 fueron canceladas por “violaciones de la ley”. Entre 200 y 300 visas se retiraron bajo el artículo 3B de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) por supuestos vínculos con el “terrorismo”. Sin embargo, el concepto de “apoyo al terrorismo” no está claramente definido, lo que deja espacio para interpretaciones amplias que pueden afectar a los estudiantes.
En el pasado, el gobierno ha señalado a estudiantes que protestan en apoyo a Palestina, acusándolos de comportamientos antisemitas, una acusación que los estudiantes han negado rotundamente. En marzo de 2023, el secretario de Estado, Marco Rubio, se refirió a estos incidentes y afirmó: “Cada vez que encuentro a uno de estos lunáticos, le quito la visa”.
Impacto en la comunidad estudiantil
La administración de Trump ha utilizado una ley que le otorga el poder de rescindir visas a personas que se consideren “contrarias a los intereses de la política exterior estadounidense”. Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre y miedo entre los estudiantes internacionales, quienes se sienten amenazados por la posibilidad de perder su estatus migratorio por razones que consideran injustas.
Además, Rubio ha criticado públicamente a los estudiantes y activistas que se oponen a Israel, defendiendo el derecho del gobierno a expedir y revocar visas sin necesidad de revisión judicial, lo que plantea serias preguntas sobre los derechos de los individuos afectados.
La situación actual refleja un cambio drástico en las políticas de inmigración y las relaciones exteriores de Estados Unidos, y plantea desafíos significativos para la comunidad académica y estudiantil en el país.