Universal Pictures ha detenido el desarrollo de Fast and Furious 11 porque el presupuesto actual supera los límites que el estudio está dispuesto a asumir, según reporta The Wall Street Journal. El estudio exige recortes urgentes para aprobar la secuela final de la saga, poniendo en duda la realización del esperado cierre de la franquicia que Vin Diesel promovía con entusiasmo.
El alto costo amenaza la producción final de la saga
Fast and Furious 11, también conocida como Fast X: Parte 2, enfrenta un obstáculo mayúsculo: su presupuesto estimado en 250 millones de dólares es considerado excesivo para Universal, que busca reducirlo alrededor de los 200 millones. La diferencia de 50 millones se ha transformado en un muro difícil de superar, debido a los costos de rodajes en múltiples locaciones y los salarios del reparto.
Este giro impacta directamente a los seguidores mexicanos y latinoamericanos, quienes esperaban que la continuación estuviera lista para 2026 o 2027, fechas que Vin Diesel había compartido públicamente como objetivos para el estreno. Ahora, el estudio ni siquiera ha aprobado el guion ni ha establecido una fecha definitiva de lanzamiento.
El futuro del elenco y el enfoque de producción
Además, la mayoría del elenco no ha firmado contratos para esta entrega, evidenciando la incertidumbre dentro del proyecto. Universal plantea que el próximo largometraje sea un cierre más contenido, posiblemente en Los Ángeles y con menor escala para evitar gastos excesivos. Esta propuesta coincide con declaraciones de Diesel sobre el regreso a las carreras callejeras en un entorno más local.
Los recortes podrían involucrar la eliminación de múltiples locaciones internacionales y la congelación de salarios para el reparto, medidas que buscan hacer viable la producción sin comprometer demasiado las ganancias del estudio, especialmente tras el desempeño comercial por debajo de lo esperado de Fast X.
Universal planea el final del reparto clásico y nuevas estrategias
El gigante cinematográfico proyecta que Fast and Furious 11 marque la despedida del elenco actual, mientras empieza a contemplar la expansión del universo con proyectos más económicos, como spin-offs para cine o televisión que se enfoquen en personajes secundarios. Así, buscan mantener viva la propiedad intelectual sin los riesgos financieros que implica una superproducción.
El reporte de The Wall Street Journal indica que, aunque el futuro inmediato de la secuela no está descartado, su producción dependerá completamente de que el presupuesto se reduzca y los ejecutivos del estudio queden satisfechos. En caso de aprobarse, Universal podría iniciar el rodaje en la próxima primavera, pero esta fecha está condicionada a los recortes planteados.
Por qué importa esta noticia para México y Latinoamérica
La saga Fast and Furious siempre ha contado con un gran número de seguidores en México y América Latina, donde la franquicia es sinónimo de acción y cultura automovilística urbana. La posibilidad de que la última entrega se retrase o se modifique significativamente preocupa a los fanáticos que esperaban ver el emocionante cierre de esta era de Vin Diesel y compañía.
Además, esta situación refleja las nuevas realidades de la industria cinematográfica global, donde incluso franquicias gigantescas deben adaptarse a presupuestos más controlados debido a la imprevisibilidad del mercado y el cambio en el apetito de los espectadores.
Lo que sigue para Fast and Furious 11
Los próximos meses serán claves para conocer si Universal logra negociar y bajar los costos a una cifra aceptable. De no ser así, el proyecto podría quedar frenado indefinidamente, dejando inconclusa una saga icónica que ha marcado varias generaciones.
Por ahora, Vin Diesel y su equipo mantienen la confianza de que el cierre llegará, pero la industria y los fanáticos deben prepararse a una versión más austera y modesta, que mantenga la esencia pero se adapte a la nueva realidad financiera.
