Nuevos reportes confirman que Uruguay está intensificando su apuesta por la desdolarización, tras consolidar una inflación baja y estable que se mantiene por encima del 3%-6% fijado por las autoridades monetarias. En agosto, el Índice de Precios del Consumo (IPC) se ubicó en 4.2%, una cifra notablemente por debajo del punto medio de la meta oficial.
Este cambio de enfoque se produce bajo la administración de dos presidentes de diferentes signos políticos: Luis Lacalle Pou y Yamandú Orsi, quienes han logrado controlar la subida de precios y fortalecer la economía uruguaya. Las autoridades buscan que los ciudadanos dejen de visualizar el dólar como su principal opción de ahorro e inversión, promoviendo el uso del peso uruguayo en su lugar.
Guillermo Tolosa, presidente del Banco Central del Uruguay, utilizó una metáfora impactante para comunicar este mensaje: “Es tiempo de soltar el chupete”, refiriéndose a la necesidad de que los uruguayos abandonen la dependencia del dólar. En una reciente cena con empresarios, Tolosa enfatizó que el país cuenta con una economía más sólida, lo que justifica esta transición hacia el peso.
Las autoridades argumentan que la inflación baja y estable en Uruguay está “consolidada”. Tolosa advirtió que invertir en dólares puede resultar en una volatilidad del poder adquisitivo. “Cuando invertís en UI o en pesos tu poder adquisitivo va a estar estable”, aseguró, desafiando la percepción común de que el dólar es la opción más segura.
Para facilitar este cambio, el Banco Central anunció una serie de medidas. Una de ellas incluye aumentar las cargas de capital para préstamos en dólares a empresas que no están expuestas al comercio exterior, dificultando así el financiamiento en moneda estadounidense. “Vamos a hacer aún más difícil que los bancos puedan prestar dólares”, afirmó Tolosa, quien también instó a repensar las decisiones de ahorro en dólares.
Además, se eliminarán los incentivos fiscales para inversiones en el exterior, mientras que se facilitarán cuentas en pesos que generen mejores tasas de interés para los ahorradores. El Banco Central también está evaluando que los nuevos titulares de cuentas en dólares sean informados sobre los riesgos de perder dinero al ahorrar en esa moneda.
Tolosa también sugirió que los precios de bienes como inmuebles y vehículos sean expresados en pesos y dólares, buscando así una mayor transparencia en las transacciones. “Ahorrar en moneda extranjera implica tener una visión pesimista”, reflexionó, agregando que “hoy en Uruguay se respira otro aire”.
Este impulso hacia la desdolarización tiene un impacto significativo no solo en la economía uruguaya sino también en la percepción de estabilidad del país. Las autoridades esperan que este movimiento genere confianza en el peso uruguayo, que ha sido históricamente subestimado. “Sentimos orgullo de nuestro fútbol, de las playas, de las carnes, pero sistemáticamente ninguneamos al peso uruguayo”, concluyó Tolosa, haciendo un llamado a la ciudadanía para valorar su moneda.
Próximos pasos: Se anticipa que el Banco Central continúe implementando medidas que fomenten el uso del peso en el sistema financiero, lo que podría transformar la dinámica económica del país y sentar un precedente para otros países de la región. La atención ahora estará en cómo los uruguayos responden a este nuevo enfoque y si se concreta una mayor inversión en su moneda local.