La automedicación con misoprostol y mifepristona ha sido calificada como “enemiga silenciosa” de la salud de las mujeres por el Dr. Joaquín Ruiz Sánchez, un destacado gineco obstetra. En una reciente entrevista, el especialista alertó sobre los peligros que conlleva el uso de estos medicamentos, que se han popularizado erróneamente como métodos para interrumpir embarazos.
El Dr. Ruiz explicó que ambos fármacos fueron originalmente diseñados para tratar condiciones como la gastritis, no para ser utilizados como abortivos. Sin embargo, muchas niñas y adolescentes han caído en la trampa de la automedicación, creyendo que estos medicamentos son una solución segura para terminar con un embarazo no deseado. “El uso de misoprostol y mifepristona sin supervisión médica puede tener consecuencias fatales,” advirtió.
La venta sin regulación de estos medicamentos representa un riesgo latente para la salud materna. Según el médico, su uso puede provocar daños severos en órganos internos como el útero y el sistema digestivo. “La única función de estas pastillas, cuando son mal utilizadas, es inducir hemorragias, las cuales pueden ser mortales si no hay atención médica adecuada,” enfatizó el Dr. Ruiz.
Uno de los casos más trágicos que mencionó fue el de María del Valle, una joven argentina que perdió la vida tras ingerir misoprostol sin el respaldo de un médico. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la falta de control en la venta de medicamentos en línea y en redes sociales, donde personas sin formación médica ofrecen consejos peligrosos a quienes buscan abortar.
El Dr. Ruiz también hizo referencia a Amber Thurman, una mujer estadounidense que falleció por sepsis después de un aborto con estos medicamentos, ya que restos de placenta quedaron en su cuerpo. Otro caso impactante fue el de Renata “N”, una niña de 12 años que llegó a un hospital en Hermosillo, Sonora, en estado de coma tras tomar 15 pastillas con la intención de interrumpir su embarazo.
El especialista subrayó que en la mayoría de estos casos, las mujeres actúan en soledad, sin el apoyo de médicos, familiares o parejas. “Recurrir a estos fármacos no solo es una solución peligrosa, sino que también aísla a la mujer que realmente necesita ayuda integral,” señaló. Esto resalta la importancia de un sistema de salud que brinde apoyo y alternativas seguras a las mujeres que enfrentan embarazos no deseados.
El Dr. Joaquín Ruiz hizo un llamado a la comunidad médica para que asuma una responsabilidad social. “Prescribir estos medicamentos sin un historial clínico adecuado no solo es irresponsable, sino que pone en grave peligro a las pacientes,” afirmó. La automedicación puede llevar a complicaciones severas, incluyendo hemorragias internas y otros efectos irreversibles en la salud.
Aunque el Dr. Ruiz reconoció que “nadie quiere un aborto y que cualquier aborto conlleva riesgos,” también destacó que es crucial evitar que el uso de misoprostol y mifepristona genere nuevas víctimas. “Es fundamental que las mujeres se informen y busquen atención médica calificada antes de tomar decisiones sobre su salud,” concluyó.
Para más información sobre este tema, el Dr. Ruiz recomendó visitar www.unnainfancia.org, una plataforma que ofrece recursos y apoyo a mujeres que enfrentan situaciones similares. Afortunadamente, hoy en día, el acceso a servicios de salud está garantizado para toda la población, gracias a los avances tecnológicos, y es esencial que estos medicamentos no sean administrados sin la debida supervisión médica.
