Nueva Gales del Sur, Australia.- Un grupo de psicólogos de la Universidad de Nueva Gales del Sur ha realizado un importante descubrimiento sobre las voces que escuchan las personas diagnosticadas con esquizofrenia. A través de un experimento auditivo, los investigadores probaron una teoría que podría explicar este particular síntoma.
La investigación, en la que participaron académicos de Australia, Estados Unidos y China, aclara ciertas anomalías en los mecanismos que permiten a los pacientes suprimir las señales externas cuando su mente procesa su propia voz. En individuos con ciertos trastornos mentales, este mecanismo de supresión no funciona correctamente, lo que resulta en una actividad cerebral inusualmente alta; de hecho, los encefalogramas mostraron esta diferencia.
El estudio analizó a 55 participantes con esquizofrenia y alucinaciones auditivas recientes, 44 con esquizofrenia pero sin tales alucinaciones y 43 personas sin antecedentes de esta enfermedad. Se les pidió a todos que escucharan grabaciones a través de auriculares mientras repetían mentalmente las palabras “bah” o “bih”. Sin embargo, desconocían si el sonido que oían coincidía con lo que estaban repitiendo mentalmente.
Los resultados indicaron que cuando la voz interna coincidía con el sonido externo, los cerebros de aquellos que habían experimentado alucinaciones auditivas recientes mostraron una reacción significativamente mayor. “En individuos sanos, el uso del habla interna provoca una reducción de la actividad cerebral similar a la que se observa al hablar en voz alta”, explicó Thomas Whitford, autor principal del estudio y profesor en la Facultad de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur. “Sin embargo, en quienes experimentan voces, esta reducción no se presenta. En cambio, sus cerebros responden con más intensidad a su habla interna, como si proviniera de una fuente externa. Esto podría aclarar por qué estas voces se perciben de manera tan real”.
Estos hallazgos sugieren que las voces escuchadas por pacientes con esquizofrenia son, en realidad, su propio discurso interno, que su cerebro interpreta erróneamente como una percepción externa. Este avance en la investigación podría facilitar a los médicos la identificación de personas que corren el riesgo de desarrollar psicosis antes de que aparezcan los síntomas, lo que permitiría intervenciones más tempranas y efectivas.
La investigación fue publicada originalmente en El Heraldo de Saltillo y representa un avance significativo en la comprensión de los trastornos mentales.