El futbolista mexicano Nery Castillo, conocido por su brillante paso en Europa, vivió un momento peculiar durante su tiempo en el Rayo Vallecano, donde su llegada en un Lamborghini generó controversia entre sus compañeros.
Castillo, nacido en San Luis Potosí y criado en Uruguay, debutó profesionalmente con el Olympiakos de Grecia, donde dejó una huella imborrable. Su trayectoria ilusionó a muchos aficionados mexicanos, especialmente de cara a la Copa América 2007, donde México alcanzó el tercer lugar.
Un paso efímero en el Rayo Vallecano
El Rayo Vallecano fue el último equipo profesional de Nery, donde disputó apenas 15 partidos y anotó dos goles. Su llegada al club en la temporada 2013-14 fue recibida como un gran refuerzo, pero no logró replicar el éxito que había tenido en Grecia.
Alberto Bueno, exfutbolista y compañero de Nery en el Rayo, recordó en una entrevista cómo la actitud y el estilo de vida de Castillo contrastaban con los de otros jugadores. “Nery y yo tuvimos alguna diferencia por eso, él llegaba a entrenar en un Lamborghini, lo que generaba un ambiente tenso”, compartió Bueno, quien mencionó que los entrenamientos del mexicano eran muy diferentes a los suyos.
La carrera de Castillo estuvo marcada por el éxito en Olympiakos, donde disputó más de 150 partidos, anotó más de 30 goles y ganó seis títulos de liga, consolidándose como un ídolo en El Pireo. Sin embargo, su salida del club lo llevó a un peregrinaje por diversos equipos en Europa y América, incluyendo el Manchester City, Dnipro, Chicago Fire, Aris Salónica y equipos en México como León y Pachuca.
Éxitos y desafíos con la Selección Mexicana
En la Copa América 2007, Nery Castillo vivió su momento más destacado con la selección, anotando cuatro goles en seis partidos, incluyendo un doblete ante Brasil. Este desempeño fue crucial para que México terminara en el tercer lugar del torneo, elevando su estatus como figura clave en el equipo nacional.
A pesar de su gran talento y potencial, la carrera de Castillo se volvió irregular tras su paso por Grecia, lo que lo llevó a acumular experiencias variadas en diferentes ligas sin lograr un impacto duradero. La historia de Nery Castillo es un recordatorio de las altas expectativas que rodean a los futbolistas mexicanos en el extranjero y los desafíos que enfrentan en su camino profesional.
