Romain Grosjean está a punto de regresar al volante de un auto de Fórmula 1, cinco años después de su dramático accidente en el Gran Premio de Baréin de 2020. El piloto suizo, quien tuvo la fortuna de escapar de un vehículo en llamas, probará un coche de la temporada 2023 en el circuito de Mugello, Italia.
En aquel incidente, el auto de Grosjean se partió en dos, dejándolo atrapado en medio de las llamas durante un tiempo que pareció interminable. Gracias a su valentía y a la rápida respuesta del personal médico, logró salir con vida y fue tratado por algunas quemaduras. A partir de 2021, no volvió a tener un asiento en la F1.
Ahora, Grosjean se reunirá con antiguos miembros del equipo Haas y estará bajo la supervisión de Ayao Komatsu, una figura conocida en su carrera. “Realmente no puedo creer que hayan pasado casi cinco años, pero volver y tener esta salida con mi antiguo equipo es realmente algo especial”, comentó el piloto.
Desde su salida de la Fórmula 1, Grosjean ha competido en otras categorías, incluyendo IndyCar y Sportscar en Estados Unidos. También ha participado en las 500 Millas de Indianápolis en múltiples ocasiones y fue parte de las 24 Horas de Le Mans. Durante el evento en Mugello, se espera que se reencuentre con James Hinchcliffe, un presentador de F1 que también ha tenido una carrera en IndyCar.
Para esta ocasión, Grosjean planea usar un casco de edición especial, decorado con dibujos realizados por sus tres hijos. Este casco es significativo, ya que iba a ser estrenado en Abu Dhabi en 2020, en lo que habría sido su última carrera en la F1.