El piloto suizo Romain Grosjean hizo su tan esperado regreso a la Fórmula 1 en el circuito de Mugello, Italia, casi cinco años después del grave accidente que casi le cuesta la vida durante el Gran Premio de Bahrein en 2020. Durante una sesión de pruebas organizada por el Haas F1 Team, Grosjean volvió a subirse a un monoplaza, marcando un hito en su carrera deportiva.
Este evento representó su primer contacto con un vehículo de la máxima categoría desde el dramático choque que sufrió en Bahrein. En esa ocasión, su Haas colisionó a más de 220 kilómetros por hora contra las barreras de seguridad, dividiéndose en dos y provocando una explosión de fuego. Sorprendentemente, Grosjean logró escapar de las llamas gracias a la rápida intervención de los servicios médicos y a la efectividad del dispositivo de seguridad halo, sufriendo solo quemaduras en manos y pies.
La jornada en Mugello fue significativa no solo para el piloto, sino también para el equipo estadounidense, que invitó a su personal y a sus familias a compartir este momento especial. “¿Los días en familia mejoran mucho? Invitamos a nuestro equipo de la oficina italiana y a sus familias a Mugello para un día muy especial”, compartió Haas en sus redes sociales, acompañando su mensaje con imágenes de la celebración.
Grosjean llevó un casco especial diseñado por sus hijos, que simbolizaba lo que habría sido su última carrera en 2020. Durante la prueba, se reencontró con Ayao Komatsu, actual jefe del equipo y exingeniero de carrera de Grosjean, un abrazo entre ambos fue uno de los momentos más emotivos del día. La Fórmula 1 también destacó este reencuentro en sus redes sociales, señalando que había un “equipo detrás de la realización del sueño”.
El piloto nuevamente tomó el volante del modelo VF-23, el mismo que utilizaron Nico Hülkenberg y Kevin Magnussen. Este tipo de pruebas, bajo el esquema de Test de Coches Anteriores (TCP), permite que autos de especificaciones de años anteriores regresen a la pista para actividades promocionales y desarrollo de pilotos.
Después del incidente en Bahrein, Grosjean se ausentó de las dos últimas carreras de la temporada, siendo reemplazado por Pietro Fittipaldi. Aunque había programado una prueba con Mercedes en 2021, la pandemia impidió que se llevara a cabo. Un informe de la FIA determinó que la celda de supervivencia de su Haas había resistido lo suficiente para permitirle salir con vida del accidente.
Lejos de la Fórmula 1, Grosjean ha continuado su carrera en la IndyCar estadounidense, compitiendo con diversos equipos desde 2021 y asumiendo el rol de piloto reserva en Prema Racing para 2024. Antes de este evento, el piloto expresó su emoción al regresar a la Fórmula 1, calificándolo como “algo verdaderamente especial”.
Durante el evento, la Fórmula 1 destacó en sus redes sociales: “¡Romain sale a pista en Mugello! Vuelve a conducir un coche de F1 por primera vez desde 2020”.