La seguridad de los elementos policiacos en el Metro de la Ciudad de México ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras el ataque a una oficial embarazada en la estación Mixcoac de la Línea 7. La agente, con 32 semanas de gestación, realizaba labores de vigilancia preventiva cuando un sujeto, sin mediar palabra, la golpeó en el torso. Según información de Telediario, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) confirmaron que tanto la oficial como el bebé se encuentran fuera de peligro.
Tras la agresión, la oficial fue trasladada a un hospital para una valoración médica más detallada. El agresor, un hombre de aproximadamente 35 años, fue detenido en el lugar y puesto a disposición del Ministerio Público, que definirá su situación legal.
Incidente similar en la Línea 8
La indignación creció tras un segundo incidente en la estación UAM-I de la Línea 8, donde un grupo de presuntos vendedores informales, conocidos como vagoneros, agredió a un policía de la Policía Bancaria e Industrial (PBI). Un video que circula en redes sociales muestra cómo los comerciantes, incluyendo mujeres y un menor, golpearon al uniformado con escobas, palos y patadas, después de que este intentara impedirles vender en los andenes.
El agente apenas logró cubrirse de los ataques, mientras que otros dos policías también resultaron heridos. Los tres fueron atendidos por personal de Seguridad Industrial del Metro, que determinó que no requerían traslado hospitalario.
Investigación en curso y compromiso de la SSC
Las autoridades de la Ciudad de México han iniciado la búsqueda de los responsables de la agresión en la estación UAM-I utilizando las cámaras de videovigilancia instaladas en la estación y sus alrededores. Estos dos incidentes han puesto en evidencia la vulnerabilidad de los policías dentro del Metro, un espacio donde no solo deben hacer frente a delitos, sino también a riesgos directos a su integridad.
El pasado 22 de agosto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana emitió una tarjeta informativa detallando lo ocurrido en la estación UAM-I, donde se destacó que oficiales de la PBI observaron a un individuo realizando ventas ilegales y, al intentar detenerlo, fueron agredidos por un grupo de personas. La SSC condenó el ataque y aseguró que dará seguimiento jurídico al caso, reafirmando su compromiso con la protección de sus elementos, especialmente aquellos en condiciones vulnerables.
La realidad es que estos hechos evidencian la creciente problemática de la seguridad en el sistema de transporte público, donde los policías enfrentan no solo el crimen, sino también la violencia de quienes operan al margen de la ley.
