La política y el entretenimiento se cruzan de manera inesperada, dejando a los comediantes Jimmy Kimmel y Stephen Colbert fuera del aire. Ambos programas nocturnos han sido suspendidos en un contexto de crecientes tensiones políticas y decisiones financieras controvertidas.
The Late Show y su abrupto final
El programa de Stephen Colbert en CBS, conocido como The Late Show, dejará de emitirse en mayo de 2026 debido a una iniciativa que, según la compañía, es “puramente financiera”. Sin embargo, la decisión ha desatado críticas y especulaciones sobre un posible “soborno” por parte del expresidente Donald Trump, quien habría acordado con CBS un pago de 16 millones de dólares en “donaciones” para solucionar una demanda tras acusaciones de sesgo político en el programa 60 Minutes.
La cadena ha defendido su decisión, alegando que se basa en ajustes presupuestarios internos y no en el rendimiento de Colbert. No obstante, Trump no tardó en expresar su satisfacción en su red social Truth Social, afirmando que “su talento era incluso menor que sus índices de audiencia”.
Suspensión de Jimmy Kimmel Live!
Por otro lado, Jimmy Kimmel Live! fue suspendido “indefinidamente” por ABC, tras comentarios de Kimmel que cuestionaban la reacción política a la muerte del activista conservador Charlie Kirk. Esta decisión fue anunciada el 17 de septiembre de 2025 y se produce en medio de una ola de críticas que consideran sus palabras como un ataque a sectores de la derecha.
Kimmel argumentó que el movimiento MAGA estaba tratando de “sacar provecho político” de la tragedia. La retirada de ambos programas supone un golpe significativo para el humor político en la televisión estadounidense, y aún se desconoce si alguna vez regresarán.
La situación no solo afecta a Kimmel y Colbert; también se menciona que el programa Late Night with Seth Meyers podría estar en la mira. Trump ha elogiado la decisión de ABC, lo que ha llevado a especulaciones sobre el futuro de Meyers, quien tiene contrato hasta 2028, pero podría enfrentar la cancelación por “falta de ratings”.
Este panorama plantea interrogantes sobre la libertad de expresión y el impacto de la política en el entretenimiento, un tema que cada vez cobra más relevancia en la sociedad actual.