La tranquilidad de los habitantes de Piedecuesta, en Santander, se vio interrumpida la mañana del 31 de agosto de 2025 cuando se reportó la aparición de una bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la subestación de energía de Guatiguará. Este hallazgo provocó la rápida movilización de las autoridades, quienes retiraron el símbolo y comenzaron investigaciones para identificar a los responsables.
Reacciones de las autoridades y la comunidad
Las primeras acciones de la Policía Metropolitana y del Ejército se centraron en garantizar la seguridad de la región y prevenir alteraciones al orden público. La aparición del emblema del ELN generó inquietud entre los vecinos, que temen posibles actos de intimidación o el establecimiento de grupos insurgentes en la zona. Las autoridades indicaron que están realizando un cerco de vigilancia para identificar a quienes colocaron el emblema.
Se investiga si este acto representa un intento de presión mediante propaganda armada del ELN. La colaboración de la comunidad es vital, por lo que las autoridades han hecho un llamado a reportar actividades sospechosas y compartir información relevante que ayude a esclarecer los hechos y prevenir situaciones de riesgo.
Hasta el momento, no se han reportado incidentes de violencia relacionados con la aparición de la bandera, que es considerada un posible acto de propaganda armada.
Crimen en Charalá atribuido al ELN
En un contexto similar de violencia, el hallazgo de un cadáver con signos de tortura en Charalá, también en Santander, ha generado gran alarma. La víctima, un hombre de aproximadamente 40 años, fue encontrado a un costado de la vía Charalá-Cincelada el 28 de agosto, lo que motivó una reacción inmediata de los organismos de seguridad.
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, atribuyó públicamente el homicidio al ELN, señalando la necesidad de intensificar la seguridad en la región para evitar la expansión de estos grupos criminales. Se implementaron nuevos dispositivos de seguridad, especialmente en el corredor vial donde fue encontrado el cuerpo.
El ELN reivindicó la autoría del crimen a través de un video, lo que ha elevado la preocupación tanto en las comunidades rurales como en los gobiernos locales. Esta difusión ha alertado a las autoridades sobre el creciente poder del grupo en la región.
Como respuesta, la Fuerza Pública ha intensificado las patrullas y vigilancia en la zona del hallazgo, buscando frenar nuevas acciones violentas y restablecer la confianza de los ciudadanos en las medidas de protección. El alcalde de Charalá, Jorge Vega, confirmó que la víctima, identificada como Yaruro, no era residente del municipio, lo que añade un nivel de complejidad a las investigaciones.
Los funcionarios y las autoridades locales han acordado reforzar el control y la vigilancia para prevenir más hechos violentos, subrayando la importancia de la colaboración comunitaria en la denuncia de comportamientos inusuales o movimientos irregulares de grupos ilegales en la región.
