LONDRES, Reino Unido.— Este domingo, miles de empleados del Metro de Londres comenzaron una huelga que podría paralizar el sistema de transporte subterráneo utilizado por millones de personas diariamente. La lucha se centra en exigir mejores salarios y condiciones laborales, con varios sectores del personal, incluidos conductores y trabajadores de mantenimiento, retirándose de sus puestos de trabajo hasta el jueves.
El Sindicato de Ferrocarriles, Marítimo y Transporte (RMT) ha declarado que estas acciones buscan presionar a la administración de Transport for London (TfL), la cual ha informado de interrupciones severas en los servicios desde el inicio de la huelga. Se prevé que, de lunes a jueves, haya pocos o ningún tren en funcionamiento, afectando gravemente a los usuarios del metro.
Conflicto por salarios y condiciones laborales
La empresa TfL ha propuesto un aumento salarial del 3.4%, pero el sindicato insiste en la necesidad de reducir la jornada laboral de 35 horas a 32 horas semanales, algo que TfL considera inviable económicamente en este momento. El sindicato argumenta que, desde 2018, el número de empleados ha disminuido en 2,000, lo que ha incrementado la presión sobre los trabajadores debido a patrones de turnos extremos.
En este contexto, no hay conversaciones programadas entre el sindicato y la dirección de TfL. Además, el sindicato ha solicitado la intervención del alcalde Sadiq Khan para facilitar un diálogo que ponga fin a la disputa y busque soluciones que beneficien a ambas partes.
La situación en Londres recuerda a otros conflictos laborales en diversas partes del mundo, donde los trabajadores demandan condiciones más justas en un contexto de creciente costo de la vida. La atención está ahora centrada en cómo se resolverá esta situación que afecta a uno de los sistemas de transporte más emblemáticos del planeta.