El Gobierno de México ha decidido impulsar un paquete de incrementos arancelarios que alcanzará hasta el 50% a diversos productos importados, destacando especialmente los vehículos eléctricos provenientes de China. Esta información fue dada a conocer por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien explicó que la medida busca “proteger la industria nacional frente a prácticas de dumping”.
Detalles de la Nueva Iniciativa
La iniciativa se aplicará exclusivamente a países con los que México no tiene tratados comerciales, como China, Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía. Algunos de estos productos ya cuentan con arancel, pero la intención es llevarlos al límite permitido por la Organización Mundial de Comercio hasta un 50%. Ebrard mencionó que esta medida no es generalizada, ya que afectará a apenas una décima parte de las importaciones, priorizando la salvaguarda de los empleos existentes, estimando que alrededor de 320 mil empleos están directamente vinculados a estos productos.
El funcionario añadió que, una vez que entren en vigor las nuevas fracciones arancelarias y exista certidumbre sobre el nivel de precios, se podría estimular una mayor inversión en el país. “Si yo tengo en México la producción de vehículos ligeros, con estas nuevas reglas me queda claro que no me van a vender vehículos a bajo precio”, afirmó Ebrard, sugiriendo que esto podría incentivar a los industriales a invertir más en los años venideros.
Impacto Económico y Proyecciones
Esta propuesta forma parte del Programa de Protección para las Industrias Estratégicas de México, cuyo objetivo es sustituir importaciones y fortalecer la producción nacional. El plan arancelario, que fue incluido en el Paquete Económico 2026 presentado el lunes ante la Cámara de Diputados, contempla modificaciones en 1,463 fracciones arancelarias, que representan el 8.6% de las importaciones totales del país, con un valor estimado de 52 mil millones de dólares.
Los sectores que se verán beneficiados abarcan 19 ramas industriales consideradas estratégicas, incluyendo la automotriz, autopartes, siderurgia, textil, calzado, plásticos, electrónicos, juguetes, muebles, vidrio y cosméticos. El decreto será discutido y analizado por el Congreso, y si se aprueba antes de la fecha límite del 15 de noviembre de 2023, entrará en vigor a partir de 2026, lo que implicará un aumento en el costo de los autos en el país.
Con esta medida, el Gobierno mexicano busca no solo proteger la industria nacional, sino también fortalecer la economía local ante la creciente competencia internacional. La realidad es que este tipo de decisiones marcarán un hito en la forma en que se manejan las importaciones, y su impacto se sentirá en el bolsillo de los consumidores.
