Las comunidades autónomas de España, incluyendo Asturias, Cataluña y Baleares, han iniciado la campaña de vacunación contra la gripe. En la Comunidad de Madrid, la vacunación comenzó el 15 de octubre, enfocándose en grupos más vulnerables, como residentes en centros de atención, personas mayores de 60 años e individuos inmunodeprimidos. Esta campaña se extenderá hasta el 31 de enero de 2026.
La temporada de gripe 2024-2025 se caracterizó por una “intensidad más baja” en comparación con la anterior, aunque su duración fue mayor, alcanzando un pico a finales de enero. El Dr. Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo, explicó que, a pesar de la menor gravedad general, el número total de casos aumentó debido a su dispersión a lo largo de las semanas.
Además de la gripe, hay que estar atentos a otros virus que pueden causar infecciones respiratorias agudas. La vigilancia es crucial para prevenir tanto la gripe como las infecciones causadas por el virus respiratorio sincitial (VRS) y la COVID-19. Se espera que la gripe de este año sea moderada, con un incremento significativo de casos entre finales de diciembre y febrero.
Recientemente, se ha observado un aumento en los casos de infecciones respiratorias agudas en atención primaria, lo que coincide con patrones de años anteriores que indican el inicio de la temporada epidémica de virus respiratorios. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de vacunas que contengan componentes actualizados contra los virus A(H1N1)pdm09, A(H3N2) y B/Victoria.
El Dr. Nistal también destacó un aumento en los casos de gripe en la población infantil, especialmente en menores de cinco años, lo que ha llevado a la inclusión de la vacuna antigripal en el calendario de vacunación infantil para niños de entre seis meses y cinco años.
Respecto a la eficacia de la vacuna contra la gripe, se estima que oscilará entre el 40% y el 60%. Es importante señalar que, aunque la vacuna puede no prevenir todas las infecciones, reduce significativamente el riesgo de complicaciones graves, hospitalizaciones y muertes entre las personas más vulnerables.
Los grupos que deben recibir la vacuna de manera prioritaria incluyen a personas de 60 años o más, especialmente aquellos que viven en residencias o tienen patologías crónicas. También deben vacunarse las personas con enfermedades cardiovasculares, pulmonares, metabólicas, inmunodepresión, obesidad mórbida o insuficiencia renal, así como embarazadas y niños entre seis meses y cinco años.
Asimismo, se recomienda que aquellos en contacto con personas vulnerables, como el personal sanitario y sociosanitario, se vacunen para reducir la transmisión de virus respiratorios dentro de los hogares.
La gripe suele comenzar de manera repentina, con fiebre alta, dolores musculares intensos y malestar general, a diferencia del resfriado común, que se manifiesta de forma más gradual con síntomas leves. La COVID-19 comparte síntomas con la gripe, pero se distingue por la posible pérdida de olfato y gusto, así como por síntomas digestivos en algunos casos.
Este año, se han registrado casos de gripe con síntomas atípicos, como leves síntomas digestivos, cefalea persistente y fatiga prolongada, lo cual puede confundirse con COVID-19 o infecciones mixtas. Las medidas higiénicas y de prevención más efectivas continúan siendo aquellas que reducen la transmisión por vía respiratoria, tales como el lavado frecuente de manos, la ventilación adecuada de espacios cerrados y el uso de mascarillas en entornos sanitarios.
En pacientes sin factores de riesgo, se pueden utilizar antigripales sintomáticos para aliviar los síntomas, aunque no combaten directamente el virus, contribuyen a reducir la propagación del mismo.
