La situación del crimen organizado en Perú ha alcanzado un nivel alarmante con las revelaciones sobre Erick Moreno Hernández, conocido como alias ‘El Monstruo’. Este líder criminal, mientras se encontraba oculto en Paraguay, planeaba atentados en Lima utilizando drones equipados con granadas de guerra, tal como lo expone una investigación presentada por Domingo al Día.
Un plan aterrador
Las grabaciones obtenidas en exclusiva revelan que Moreno no actuaba solo; contaba con un círculo cercano de colaboradores que lo asistían en la logística de extorsiones y coordinación de ataques. Su objetivo era sembrar el terror y consolidar su red delictiva en sectores estratégicos de la capital peruana. Las amenazas se dirigían no solo a la Policía Nacional, sino también a empresarios que se negaban a someterse a sus exigencias.
En los videos, se observa a Moreno discutiendo la compra de drones valorizados en miles de soles. En una videollamada del 25 de marzo de 2024, se escucha su intención de “hacer volar como basura” a sus objetivos, lo que confirma la seriedad de sus planes. La tecnología sería utilizada para extender su capacidad de daño, lo que representa una amenaza inusitada para la seguridad interna del país.
Amenazas directas y el entorno criminal
Uno de los momentos más inquietantes de las grabaciones incluye amenazas directas contra el coronel Franco Moreno, jefe de la División de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional. En el video, Moreno manifiesta su deseo de vengarse, diciendo: “Le voy a matar a su familia”. Esto pone de manifiesto la intención de su organización de intimidar a las fuerzas del orden mediante actos de violencia planificada.
Documentos de inteligencia indican que la red de alias ‘El Monstruo’ evaluaba la posibilidad de organizar un ataque contra la sede de esta división en San Martín de Porres. Informes internos sugieren que se contemplaban emboscadas con apoyo de extranjeros armados, lo que refuerza la idea de que su organización tiene vínculos transnacionales.
En las videollamadas también aparecen otros miembros de la red criminal, como Yohairo Arancibia (alias JJ) y Jeffrey Hidalgo (alias Cachete), quienes discutían cómo controlar contratos y licitaciones mediante extorsión. Además, contaba con la colaboración de Lizeth Cruz Ruiz y Grace Bados Neyra, actualmente detenidas, quienes desempeñaban funciones clave en la administración del dinero y la organización de cobros ilegales.
Acciones del Gobierno y extradición
A pesar de la magnitud de sus amenazas, la organización de Erick Moreno ha sufrido importantes golpes, con varias piezas clave capturadas en Perú y Bolivia. Sin embargo, su líder continúa prófugo, lo que ha llevado al Gobierno peruano a solicitar formalmente su extradición desde Paraguay.
El ministro del Interior, Carlos Malaver, ha mencionado que se está evaluando incluso su traslado al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, una cárcel de máxima seguridad destinada a jefes criminales de alta peligrosidad. De concretarse, esta medida busca neutralizar completamente la capacidad de Erick Moreno para dirigir atentados o mantener el control de su red desde el extranjero.
