En 2024, el estado de Hidalgo registró una tasa de 19,272 víctimas de delitos por cada 100,000 habitantes, cifra que se sitúa por debajo de la media nacional, que fue de 24,135, según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Inseguridad Pública (ENVIPE) publicada por el INEGI.
La percepción de inseguridad entre los ciudadanos de Hidalgo alcanzó el 62.1%. Durante el año pasado, el 23.8% de los hogares en el estado, equivalente a 230,196 de un total estimado de 967,879, reportó al menos un caso de delito. La tasa de víctimas se desglosa en 20,535 hombres y 18,322 mujeres por cada 100,000 habitantes.
La incidencia delictiva en Hidalgo fue de 26,113 delitos por cada 100,000 habitantes, lo que representa una disminución de 781 casos en comparación con 2023, cuando se documentaron 26,894 delitos.
El fraude se posicionó como el delito más común, tanto a nivel nacional como en Hidalgo, con una tasa de 5,997 casos por cada 100,000 habitantes. Aunque la extorsión disminuyó de 5,078 a 3,915 delitos por cada 100,000 habitantes, el robo y asalto en la vía pública o en transporte público aumentó de 2,498 delitos por cada 100,000 habitantes en 2023 a 3,914 en 2024.
De los 616,822 delitos estimados en Hidalgo, se constató que en el 49.1% de los casos estaba presente la víctima, lo que equivale a 302,924 incidentes. Además, el 77.9% de las víctimas reportó haber sufrido algún tipo de daño.
El costo total de la inseguridad en los hogares de Hidalgo ascendió a 5.4 mil millones de pesos, lo que se traduce en un gasto promedio de 4,848 pesos por persona afectada. Para prevenir delitos, el 24.4% de la población decidió cambiar o instalar cerraduras y candados, el 19.8% modificó puertas o ventanas, y el 19.2% llevó a cabo acciones conjuntas con sus vecinos.
Solo el 11.5% de los delitos fueron denunciados ante el Ministerio Público, y en el 71.8% de los casos se abrió una carpeta de investigación, aumentando la cifra oculta de delitos no denunciados a 91.7%.
La percepción de inseguridad en Hidalgo se situó en el 61.2%, inferior al 75.6% registrado a nivel nacional. Alrededor del 43.4% de la población se sintió segura al caminar sola por la noche, mientras que un 74.6% expresó sentirse más insegura al acudir a un cajero automático en la vía pública. La inseguridad también creció en el transporte público (59.2%) y en mercados (53.7%).
El consumo de alcohol en la vía pública fue identificado por el 65.1% de la población mayor de 18 años como la principal conducta antisocial en su entorno, seguido por el consumo de drogas (52.8%), el robo y asalto (49.7%), los disparos frecuentes (37.6%) y las tomas irregulares de luz (33.6%).