Blaine Milam, de 35 años, está programado para ser ejecutado el jueves en la penitenciaría estatal de Huntsville, Texas, después de ser hallado culpable del asesinato de Amora Carson, una bebé de 13 meses, en diciembre de 2008. La pareja de Milam, Jesseca Carson, alegó que el ataque formó parte de un “exorcismo” destinado a expulsar un demonio del cuerpo de la niña, según informes de The Associated Press.
Milam se declaró inocente y apuntó a su exnovia como la responsable, quien también fue condenada y enfrenta cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por su papel en el crimen. Ambos eran adolescentes en ese momento, con 18 años.
Los fiscales describen el ataque como brutal, afirmando que Milam golpeó a la niña con un martillo, la mordió, la estranguló y la mutiló durante un periodo de 30 horas. Un patólogo forense encontró múltiples fracturas en el cráneo, brazos, piernas y costillas, así como numerosas marcas de mordeduras. La autopsia no pudo establecer la causa exacta de la muerte debido a la gravedad de las lesiones.
La defensa de Milam ha presentado solicitudes a la Corte Suprema de Estados Unidos para suspender la ejecución, argumentando que la condena se basó en pruebas de mordeduras que han sido desacreditadas y en ADN que consideran poco fiable. Además, sostienen que Milam tiene una discapacidad intelectual que le haría inelegible para la pena de muerte. En su petición, la defensa afirmó: “Fue Carson quien causó la muerte de su hija. No hay pruebas creíbles de que Milam haya tenido algo que ver”.
Las cortes estatales y federales han rechazado previamente las apelaciones de Milam, y la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas negó recientemente su solicitud de conmutación de pena. Anteriores fechas de ejecución programadas para Milam en 2019 y 2021 fueron suspendidas.
La Fiscalía General de Texas ha desestimado las alegaciones de discapacidad intelectual en decisiones anteriores y asegura que el ADN sigue vinculando a Milam con el cuerpo de Amora. Sostienen que, incluso sin considerar las marcas de mordedura y el ADN, otros indicios apuntan a su culpabilidad, incluyendo intentos de ocultar evidencias y una confesión hecha a una enfermera tras su arresto.
El fiscal de distrito del condado de Rusk, Micheal Jimerson, señaló que en un inicio consideraron a Milam y Carson como padres en duelo, pero Carson declaró que Milam le dijo que Amora estaba “poseída por un demonio porque Dios estaba cansado de que ella le mintiera a Milam”.
El uso de marcas de mordedura como evidencia ha sido objeto de controversia. Un informe de 2016 del Consejo de Asesores del Presidente sobre Ciencia y Tecnología destacó que el análisis de estas marcas es “claramente poco confiable desde el punto de vista científico en la actualidad”. Jimerson comentó sobre la brutalidad del crimen, expresando que es difícil aceptar que alguien derive satisfacción de la tortura a un bebé.
Si se lleva a cabo la ejecución, Milam se convertiría en la quinta persona ejecutada en Texas en lo que va del año, siendo este estado el que más ejecuciones realiza en el país. Si también se ejecuta a Geoffrey West en Alabama, el total nacional ascendería a 33 para 2025. Florida lidera el año con 12 ejecuciones, con dos más programadas para octubre.
