Colombia Sub-20 acaba de consolidar un hito histórico: obtuvo el tercer puesto en la Copa del Mundo Sub-20 tras vencer 1-0 a Francia gracias a un gol decisivo de Óscar Perea. Este triunfo retumba en el fútbol juvenil y se celebra como un gran avance para el deporte nacional.
El técnico de la selección mayor, Néstor Lorenzo, no dudó en reconocer el esfuerzo y talento de los jóvenes futbolistas liderados por César Torres. A través de sus redes sociales, Lorenza felicitó al equipo y destacó el impacto del trabajo conjunto entre jugadores, cuerpo técnico, directivos y aficionados.
Néstor Lorenzo: “Felicitaciones muchachos!! Estar en el podio de una Copa del Mundo habla del buen trabajo de equipo entre jugadores, cuerpo técnico, directivos y el apoyo del hincha que siempre está.”
El mensaje de Lorenzo subraya que este tercer lugar no es un punto final, sino una muestra clara de que el camino para Colombia hacia un título mundial debe continuar con disciplina, carácter y enfoque. Además, se anticipa que algunos de estos jugadores juveniles podrían unirse pronto a la selección mayor, especialmente en los partidos amistosos de preparación rumbo al Mundial 2026.
Este podio es la segunda vez que Colombia logra brillar a nivel mundial Sub-20, tras repetir la hazaña de 2003, cuando superó a Argentina para quedarse con el tercer puesto. En aquel equipo histórico jugaron figuras como Yulián Anchico, Abel Aguilar y Macnelly Torres, nombres que aún resuenan en el fútbol nacional.
Retos y reflexiones tras la eliminación en semifinales
A pesar de la alegría, la derrota en semifinales contra Argentina dejó un sabor amargo en los aficionados y especialistas. El exentrenador de la selección mayor, José Néstor Pekerman, expresó una visión crítica sobre la estructura actual del fútbol juvenil colombiano.
José Néstor Pekerman: “Colombia todavía tiene que crecer en situaciones clave y debe hacer cambios profundos que van más allá del trabajo del director técnico o del juego. El desarrollo en divisiones inferiores es fundamental y la competencia nacional es limitada frente a otros países.”
Pekerman también subrayó la dificultad que enfrentan los jugadores nacionales para acceder a ligas extranjeras competitivas, lo que limita su crecimiento en momentos decisivos de torneos internacionales. Según él, esta limitación se refleja en las eliminaciones tempranas y en la incapacidad de Colombia para alcanzar finales mundiales.
¿Qué sigue para el fútbol juvenil colombiano?
Ahora, llega el momento de capitalizar este éxito y las críticas para impulsar mejoras estructurales que permitan no solo repetir, sino superar este logro. La integración de los talentos sub-20 a la selección mayor será una prueba clave para medir la evolución del equipo nacional ante rivales globales.
La apuesta está puesta en que este grupo de futbolistas pueda abrir camino, acompañados por el respaldo de un cuerpo técnico comprometido, afición entusiasta y una dirección que entienda la urgencia de transformar el sistema de formación y competición en Colombia.
Para México y los aficionados en toda Latinoamérica, observar este proceso resulta relevante, pues refleja la constante lucha de las selecciones sudamericanas por ganar terreno a nivel mundial y preparar a sus jóvenes para el futuro de la élite futbolística.
Colombia Sub-20 ya dejó su huella en este Mundial y Néstor Lorenzo marca la ruta clara: la unión de esfuerzos y la mentalidad ganadora serán claves para afrontar los próximos desafíos en la élite mundial.
