Crisis en la Universidad Nacional tras ingreso masivo de indígenas y rechazo al ministro de Educación
Una grave crisis se desarrolla en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá luego de que más de 2,000 manifestantes indígenas del Congreso de los Pueblos ingresaran sin autorización al campus durante la madrugada del 13 de octubre de 2025. Este suceso ha generado alarma entre estudiantes y profesores, además de tensionar las relaciones institucionales.
El grupo se asentó en la concha acústica del recinto universitario, lo que obligó al personal de vigilancia a notificar de inmediato a las autoridades universitarias, que a su vez contactaron a organismos estatales como el Ministerio Público, los ministerios del Interior y de Educación, y la Secretaría Distrital de Gobierno para buscar una solución que permita proteger la continuidad académica y atender las demandas indígenas.
Decana Gabriela Delgado rechaza entrada del ministro Rojas durante orden de desalojo
En medio de la tensión, la decana de la Facultad de Ciencias, Gabriela Delgado, emitió una fuerte declaración al rechazar el ingreso del ministro de Educación Daniel Rojas al campus. Delgado afirmó que la universidad es un espacio reservado exclusivamente para el debate académico, y cuestionó la presencia del funcionario luego de que se emitiera una orden de desalojo por una amenaza de bomba.
“Somos académicos y el campus debe ser un espacio para el diálogo académico y no para intervenciones políticas durante situaciones de emergencia”, expresó la decana en entrevista con La FM.
El rechazo de Delgado ha despertado debate nacional sobre el papel de las autoridades educativas en situaciones de conflicto y el respeto a la autonomía universitaria, un tema que resuena también en México, donde las universidades públicas enfrentan retos similares en materia de seguridad y protesta social.
¿Qué sigue en la Universidad Nacional?
Las autoridades siguen negociando con los manifestantes para levantar el bloqueo y restablecer las actividades académicas en el campus. La amenaza de bomba ha aumentado la tensión y mantiene en alerta a toda la comunidad universitaria, que busca resolver el conflicto sin mayores daños.
Este incidente pone de manifiesto la compleja relación entre movimientos sociales y las instituciones educativas de Latinoamérica, y cómo estas situaciones pueden impactar la estabilidad de espacios universitarios que son vitales para el desarrollo académico y social.
Para México, esta noticia sirve de alerta frente a protestas en campus públicos y la necesidad de protocolos claros que garanticen la seguridad y la autonomía académica sin sacrificar el diálogo con las comunidades afectadas.
Estaremos atentos a nuevos desarrollos y cualquier pronunciamiento oficial del Ministerio de Educación o la Universidad Nacional de Colombia sobre este caso que se mantiene en evolución.