Nuevos reportes confirman que el Ministerio de Salud de Francia ha emitido una instrucción a los hospitales para que se preparen ante un posible “gran compromiso” militar antes de marzo de 2026, en un contexto de creciente tensión en Europa.
El documento, revelado por el periódico satírico Le Canard Enchaîné, solicita a las agencias sanitarias regionales anticipar escenarios de crisis, incluyendo una guerra de gran escala que podría requerir la atención de entre 10,000 y 50,000 hombres heridos, que necesitarían hospitalización de entre 10 a 180 días.
La ministra de salud, Catherine Vautrin, defendió esta medida como una “prevención” necesaria, aunque también enfatizó que no hay una amenaza inminente. “Es perfectamente normal que el país anticipe las crisis”, afirmó en una entrevista con BFMTV.
El ministerio ha convocado al personal sanitario a integrarse en el Servicio de Salud del Ejército, y enfatiza la importancia de que las Agencias Regionales de Salud preparen a la comunidad médica para posibles restricciones en un contexto bélico, como la escasez de recursos y el aumento de la demanda.
Entre las medidas propuestas se encuentra la construcción de centros médicos cercanos a estaciones de autobuses o puertos para facilitar la atención a pacientes en caso de conflicto armado. La ministra subrayó que “en el contexto internacional que vivimos, es necesario anticipar las modalidades de apoyo sanitario en situaciones de conflicto de alta intensidad”.
Además, el gobierno francés está elaborando un “manual de supervivencia” para todos los ciudadanos que se implementará en otoño, con el fin de fomentar la resiliencia ante cualquier tipo de catástrofe, siguiendo el ejemplo de otros países europeos como Suecia y Finlandia.
La situación se mantiene tensa y el gobierno opta por un discurso prudente, evitando mencionar la palabra “guerra”. Sin embargo, la preparación para “crisis” es ahora una prioridad, reflejada en la elaboración de un folleto titulado “Totalmente resiliente”, que incluirá secciones dedicadas a la guerra.
Francia, al igual que otros países europeos, se enfrenta a un panorama incierto en el ámbito de la seguridad y la salud pública, lo que resalta la urgente necesidad de prepararse ante cualquier eventualidad que pueda surgir en el horizonte.
Las implicaciones de esta estrategia no solo afectan a los hospitales y el personal médico, sino que también podrían tener repercusiones para la población en general, marcando un giro significativo en la política de salud y defensa de Francia.